Las piscinas de uso colectivo deben tener un vigilante de piscina para vigilar las actividades de los bañistas, prevenir accidentes, efectuar rescates y ayudar en caso de emergencia.
En algunas partes de Brasil es obligatorio por ley. Pero aunque no sea así, merece la pena contar con esta salvaguarda.
En este artículo explicaremos por qué es tan importante este profesional y cuáles son sus principales funciones. Seguimiento.
El vigilante de piscina es el profesional responsable de supervisar las actividades de la piscina, prevenir accidentes y ahogamientos y proteger a los bañistas. Debe garantizar que las medidas de seguridad sean respetadas por todos y mantengan el orden en la zona de ocio.
Entre las funciones que debe cumplir un vigilante de piscina se encuentran:
El deber del encargado de la piscina es guiar a los bañistas, explicándoles las normas de seguridad y velando por su cumplimiento.
También debe alertar a los bañistas de la necesidad de que un adulto vigile el agua. niños en el agua, los riesgos de entrar en una piscina más profunda y las normas del condominio, club o gimnasio - por ejemplo, la obligación de utilizar la ducha antes de zambullirse y la prohibición de consumir alimentos y bebidas en la zona de la piscina.
También es tarea del vigilante vigilar la zona de la piscina y las actividades de los bañistas. Deben estar preparados para identificar e intervenir en situaciones de riesgo, como accidentes y ahogamientos.
También deben velar por el buen uso de la piscina y llamar la atención de los usuarios cuando se infrinja alguna norma.
Otra de las funciones de un cuidador de piscinas es garantizar que el agua esté en buenas condiciones higiénicas y de calidad. Esto incluye comprobar los parámetros químicos, aplicar cloro, preparar las sillas, tumbonas y sombrillas, entre otras actividades.
Por desgracia, los ahogamientos en piscinas no son infrecuentes, sobre todo cuando se trata de niños. Por ello, los socorristas deben ser capaces de realizar rescates acuáticos en caso de ahogamiento, aplicando las técnicas apropiadas y el equipo de salvamento adecuado.
Es tarea del responsable de la piscina asegurarse de que el equipo de seguridad, como boyas, chalecos salvavidas, cuerdas de separación y extintores, esté disponible y en buen estado de funcionamiento.
Un vigilante de piscina debe tener conocimientos de primeros auxilios y formación específica para identificar ahogamientos y otros incidentes, y debe aplicar estos procedimientos cuando sea necesario.
Este profesional está atento a cualquier problema y está capacitado para realizar rescates utilizando técnicas de los bomberos (como la comprobación de las constantes vitales y la reanimación). También deben derivar al bañista a urgencias tras los cuidados preliminares.
Por último, el vigilante de la piscina debe mantener el orden en el lugar, interviniendo cuando algún bañista muestre un comportamiento imprudente o arriesgado y documentando detalladamente cualquier incidente, problema o disconformidad que se produzca en la zona de la piscina.
Contratar a un vigilante de piscinas puede reportar muchos beneficios para la seguridad y el bienestar de los usuarios. Entre ellas figuran:
Los profesionales de la educación física debidamente registrados en el CREF (Consejo Federal de Educación Física) y cualificados en un curso específico para guardianes de piscinas, aprobado por el Cuerpo de Bomberos, pueden trabajar en la zona.
La carga de trabajo puede variar en función del lugar de trabajo y de las funciones del profesional. Pueden trabajar a tiempo completo o parcial, durante las horas de mayor uso de la piscina.
La contratación de un vigilante de piscina también puede ser temporal o estacional. Lo importante es que estar presente durante las horas de apertura de la piscina.
Incluso en lugares donde la ley no exige un tutor de piscina, es posible insertar este requisito como cláusula. Por ejemplo, un condominio residencial puede incluir en sus estatutos la obligación de mantener la seguridad de sus residentes.
Al contratar a un vigilante de piscina, es importante asegurarse de que tiene la formación y la forma física adecuadas para hacer frente a emergencias en la piscina.
La presencia de un vigilante de piscina es necesaria en piscinas comunitarias, como las de gimnasios, clubes, hoteles, balnearios y comunidades de propietarios.
Aunque se trata de una medida de seguridad importante, las actividades de este profesional aún no están reguladas en todo el país: cada localidad tiene sus propias leyes al respecto.
En el caso de Río de Janeiro, es obligatorio que las piscinas públicas cuenten con un vigilante en todo momento. Según
Ley nº 3728/2001
toda piscina comunitaria debe contar con un vigilante, y la ausencia de éste supondrá el cierre de la piscina a los bañistas.
En otros estados, los requisitos pueden variar: en algunos, basta con disponer de señales de seguridad y equipos de rescate.
Además de contratar a un vigilante de piscina para velar por la seguridad de los bañistas, hay otras precauciones que deben tomarse para un uso saludable y seguro.
Por ejemplo, la piscina debe limpiarse y aspirarse periódicamente, el tratamiento químico debe mantenerse al día y los parámetros siempre equilibrados, y debe realizarse una filtración para mantener el agua pura.
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