¿Ha oído hablar alguna vez de la hidroterapia? También conocida como fisioterapia acuática, es una práctica terapéutica que ha ido ganando muchos adeptos gracias a los beneficios que aporta a la mente y al cuerpo de quienes la practican.
En este artículo, le presentaremos la hidroterapia, le explicaremos la diferencia entre esta práctica y el aquaerobic, le hablaremos de los beneficios que ofrece a la salud física y mental y aclararemos algunas dudas habituales sobre el tema. ¡Manténgase al día!
La hidroterapia es una ciencia que aúna la fisioterapia con los beneficios del uso del agua para rehabilitar a los pacientes.. Esta idea no es nueva: el poder curativo del agua ya se estudiaba en la antigua Grecia, hacia el año 500 a.C. Pero fue a mediados de la década de 1920 cuando empezaron a utilizarse en Brasil las actividades acuáticas para la rehabilitación.
Con el tiempo, los estudios han avanzado, se han implementado nuevas técnicas y la hidroterapia ha pasado a actuar como un tratamiento tratamiento complementario para diversos problemas de saludcomo lesiones ortopédicas, problemas vasculares, disfunciones neurológicas o reumatológicas e incluso rehabilitación posquirúrgica.
Esta técnica terapéutica utiliza las propiedades de la inmersión del cuerpo en el agua promover la rehabilitación de diversas enfermedades mediante ejercicios específicos guiados por un fisioterapeuta. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los profesionales.
En general, se utiliza agua calentada para generar diferentes estímulos. El fisioterapeuta utiliza equipos y objetos como pelotas, pesas y arcos para realizar los ejercicios acuáticos.
Aunque ambos aeróbic acuático y la hidroterapia se practican en la piscina, ambas actividades tienen objetivos diferentes.
El aeróbic acuático es un ejercicio muy interesante para quienes desean mejorar su condición física, aumentar su resistencia cardiorrespiratoria y ganar tono muscular. Esta modalidad consiste en realizar ejercicios de intensidad moderada en la piscina.
Por otro lado, la hidroterapia es un recurso fisioterapéutico, únicamente practicado en el agua, que tiene como objetivo tratar o aliviar diversos problemas de salud a través de las propiedades de la inmersión del cuerpo en agua calentada, como ya hemos mencionado.
Los aspectos positivos de la hidroterapia son numerosos y abarcan desde la salud física hasta la salud mental. He aquí algunas de las principales:
La hidroterapia ayuda a desarrollar la resistencia y a fortalecer los músculos. De este modo, el paciente gana tono muscular y tiene más autonomía para realizar sus actividades cotidianas.
El ejercicio en el agua ayuda a los pacientes a desarrollar la conciencia corporal y el equilibrio, algo esencial sobre todo para las personas mayores, que suelen sufrir caídas.
Sumergir el cuerpo en agua caliente provoca vasodilatación, lo que mejora la circulación sanguínea e incluso facilita la cicatrización en procesos postoperatorios.
Los ejercicios adecuados, prescritos por un fisioterapeuta, ayudan a aliviar diversos tipos de dolor: muscular, de espalda, articular e incluso crónico.
La hidroterapia también es muy útil para las personas con problemas respiratorios como bronquitis y asma, ya que mejora la capacidad cardiorrespiratoria del paciente.
El agua caliente ayuda a aliviar la tensión muscular y la relajación, lo que convierte a la hidroterapia en un complemento interesante incluso para reducir el estrés y la ansiedad.
La hidroterapia es una técnica utilizada en fisioterapia para la rehabilitación. Puede realizarse en pequeños grupos o individualmente, siempre con un fisioterapeuta. Suele realizarse en una piscina terapéutica, en sesiones que duran una hora de media.
La gran ventaja de utilizar agua en fisioterapia es que sus propiedades le permiten actuar de diversas maneras sobre el cuerpo del paciente. El peso se reduce en el agua y la libertad de movimientos es mayor, lo que facilita la realización de movimientos y ejercicios. El medio acuático también permite activar diferentes grupos musculares a distintas amplitudes.
La densidad relativa del agua permite a los pacientes flotar y realizar movimientos que serían imposibles en tierra. La presión hidrostática ayuda a reducir el edema y a aliviar el dolor. La viscosidad del agua genera resistencia, lo que ayuda a fortalecer los músculos, mientras que la fuerza del empuje favorece la circulación y también ayuda a ganar fuerza muscular.
La hidroterapia suele realizarse en piscinas especializadas. Suelen estar equipados con barandillas fijas, bañeras de hidromasaje y chorros de agua. Pero si no es posible, puedes practicar en la piscina de casa, siempre con la ayuda de un fisioterapeuta.
En la consulta se utilizan equipos como fideos de polietileno, aros, pelotas, mancuernas aptas para uso acuático, tablas de piscina, entre otros elementos que ayudan a sostener al paciente, fortalecer los músculos y desarrollar la resistencia.
La hidroterapia está indicada para diversas enfermedades, como:
Sin embargo, esta práctica tiene algunas contraindicaciones. No se recomienda en personas con lesiones dermatológicas, cardiopatías graves, enfermedades sistémicas, incontinencia urinaria o fecal, traqueotomía, perforación de tímpano, hipotensión o hipertensión descompensada, convulsiones no controladas, entre otras afecciones. En caso de fiebre alta, tampoco debe realizarse la hidroterapia.
Hay que tener en cuenta que la práctica debe estar recomendada por un médico y asistida por un fisioterapeuta cualificado para trabajar con hidroterapia. En caso de duda, siempre es buena idea consultar a un especialista.
Como actividad practicada en una piscina, la hidroterapia requiere que a agua limpia y tratada. Es necesario aspirar regularmente los bordes, los laterales y el fondo de la piscina, y eliminar las partículas de la superficie con un tamiz. Un buen consejo es utilizar un
limpiafondos automático de
Nautilus
para facilitar la limpieza física.
La filtración del agua debe realizarse a diario, siempre mientras la piscina no esté en uso. Además, es necesario medir periódicamente los parámetros químicos del agua, como el pH, la alcalinidad y el nivel de cloro libre. En caso de desequilibrio, deben realizarse los ajustes oportunos.
Algo que puede ayudar mucho es invertir en un
generador automático de cloro de Nautilus
. Este equipo ayuda a mantener equilibrado el nivel de cloro libre en el agua. Cuando detecta un desequilibrio, el generador pone en marcha un mecanismo de electrólisis y produce automáticamente cloro a partir de la sal añadida previamente al agua. Esto hace que el proceso de cloración sea mucho más sencillo y práctico, y que la piscina esté siempre limpia.
También se recomienda que la hidroterapia se realice en una piscina climatizada. En general, la mejor temperatura del agua es entre 32º y 34º. Por eso merece la pena invertir en un buen calentador de piscinacomo
bombas de calor Nautilus
que son económicas, sostenibles y eficientes.
Como hemos comentado en este artículo, la hidroterapia tiene muchos beneficios para la salud. Para disfrutar de estos beneficios, sin embargo, es necesario mantener la piscina limpia y bien cuidada, con el tratamiento físico y químico al día.
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