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Intercambiador de calor: qué es y cómo se instala

Entre los diversos métodos de calentamiento de piscinas que existen en el mercado, el intercambiador de calor es uno de los más populares. Y no es para menos: es un tipo de calentador muy práctico, versátil, económico y sostenible, que puede utilizarse solo o como complemento de otros calentadores.

Pero, después de todo, ¿sabe exactamente qué es un intercambiador de calor, cómo funciona y cómo se hace su instalación? No se preocupe: en este post, le daremos las respuestas a todas estas preguntas e incluso le ayudaremos a elegir el intercambiador de calor ideal.

¿Qué es el intercambiador de calor?

El intercambiador de calor, también conocido como bomba de calor, es un tipo de calentador de piscina que funciona como un aire acondicionado inverso, intercambiando calor con el entorno exterior y utilizándolo para calentar el agua de forma gradual, sin depender de la estación ni de las condiciones meteorológicas. Sin depender de la temporada o de las condiciones meteorológicas.

Además de calentar el agua de la piscina, el intercambiador de calor es capaz de mantener la temperatura del agua manteniéndolo siempre cómodo para un buen baño, a cualquier hora del día o de la noche.

Su funcionamiento es más sencillo de lo que parece, y la instalación tampoco es compleja, aunque requiere cierto cuidado. En un momento explicaremos cómo funcionan los intercambiadores de calor, cómo elegir el equipo ideal y cómo instalarlos en su piscina. Por ahora, hablemos un poco de las ventajas de este calentador...

Ventajas del uso del intercambiador de calor

Practicidad

El intercambiador de calor tiene muchas ventajas en comparación con otros calentadores de piscinas. Una de ellas es su practicidad. La instalación es sencilla, el aparato es compacto y puede utilizarse como complemento de otros métodos de calefacción (como la calefacción solar) para aumentar su eficacia. Además, apenas hace ruido.

Economía

Otro importante diferencial del intercambiador de calor es el ahorro generado. El coste del dispositivo, a primera vista, parece elevado. Pero el coste-beneficio es muy interesante y la inversión se amortiza rápidamente, ya que, además de tener una alta durabilidad, el consumo de energía de este equipo es muy bajo.

Esto se debe a que la electricidad se utiliza sólo en el alimentación del sistema y no en la propia calefacción. Por esta razón, el intercambiador de calor gasta mucho menos. Para que se haga una idea del ahorro, el consumo eléctrico del intercambiador puede ser hasta un 80% menor que el de otros calentadores.

Seguridad

Su funcionamiento, además de sencillo, es totalmente seguro. Al fin y al cabo, el intercambiador debe estar homologado por los organismos reguladores, como el Inmetro. En la práctica, esto significa más seguridad para el baño en la piscina.

Sostenibilidad

El intercambiador de calor es un alternativa sostenible que no degrada el medio ambiente ni desperdicia los recursos naturales del planeta, ya que la energía que produce es totalmente limpia y no procede de combustibles fósiles.

Eficiencia

Por último, el intercambiador de calor tiene un rendimiento óptimo y es capaz de generar más energía térmica de la que consume. Esto hace que sea una opción muy eficiente. Para que se haga una idea, el aparato funciona las 24 horas del día sin perder eficacia.

Si quiere mejorar aún más la calefacción, puede adoptar el uso combinado del intercambiador de calor y el calentador solar para piscinas. Otra buena alternativa es utilizarlo junto con un cubierta térmica para ayudar a mantener la temperatura del agua uniforme.

¿Cómo funciona el intercambiador de calor para piscinas?

Como ya hemos comentado, el funcionamiento de un intercambiador de calor es similar al de un aparato de aire acondicionado, sólo que a la inversa. Se basa en un sistema de refrigeración con una zona de recalentamiento y otra de enfriamiento y, como su nombre indica, intercambia calor con el entorno.

La lógica de este proceso es bastante sencilla. En primer lugar, el intercambiador de calor aspira el aire del entorno exterior y, con la ayuda de dos piezas denominadas moto-ventilador y evaporador, transfiere este aire al fluido refrigerante del interior.

El calor generado se transfiere entonces al condensador, calentando el agua. El aire frío producido por el intercambiador de calor, a su vez, se retira del equipo con la ayuda de un ventilador, que lo dirige hacia los lados o hacia arriba.

Todo este proceso requiere la ayuda de una motobomba, el equipo responsable de circulación del agua de la piscina y para transportar el agua caliente al depósito. Así, cada vez que la motobomba aspira el agua en el intercambiador de calor, parte de ella se calienta. La potencia de la motobomba debe ser suficiente para suministrar el rango de caudal óptimo del intercambiador de calor.

Conviene recordar que, como el intercambiador de calor no utiliza fuentes como el gas o una resistencia eléctrica, el calentamiento no es instantáneo. Dependiendo de la temperatura ambiente, el proceso completo puede durar hasta tres días. Sin embargo, una vez que el agua está caliente, el aparato se encarga de mantener constante la temperatura de la piscina.

Hoy en día, disponemos de tecnologías tan avanzadas para la calefacción de piscinas que existen modelos de intercambiadores de calor automatizados, equipados con paneles digitales, mando a distancia y una serie de innovaciones para que su uso sea aún más práctico.

 

Intercambiador de calor: qué es y cómo se instala

¿Dónde debe instalarse el intercambiador de calor para piscinas?

El intercambiador de calor incluye un parte hidráulica y un parte eléctrica. En cuanto al componente hidráulico, es importante asegurarse de que el intercambiador de calor es adecuado para su conjunto de filtros (filtro y motobomba).

En cuanto al componente eléctrico, es fundamental prestar atención a dos detalles: la bomba no puede utilizar el mismo disyuntor que el intercambiador de calor y la toma de tierra del equipo, siguiendo el NBR 5410 ¡de la ABNT, es esencial!

Otra precaución importante: después de terminar la instalación, es necesario compruebe la tensión disponible. En los equipos de 220V, lo ideal es disponer de al menos 208V. Los intercambiadores de calor de 380 V, por el contrario, deben tener al menos 342 V libres para funcionar.

En cuanto al lugar ideal para instalar el intercambiador de calor, dé preferencia a lugares abiertos expuestos a la luz solar para favorecer el intercambio de calor con el entorno exterior y mantener el aire fresco. Esta precaución hace que la calefacción sea más eficiente.

Además, trate de instalar el intercambiador de calor cerca de la piscina para evitar pérdidas de energía durante el transporte de agua caliente por las tuberías, y evitar dejar obstáculos cerca del aparato para no obstruir el flujo de aire.

Cómo realizar el mantenimiento del intercambiador de calor

Una de las grandes ventajas del intercambiador de calor es su longevidad. La vida útil de este tipo de calentadores puede superar los diez años, siempre que la instalación se realice correctamente y el mantenimiento se lleve a cabo con regularidad. En general, se indica que el mantenimiento preventivo debe realizarse una vez al año.

El equipo viene con un manual que contiene un calendario de mantenimiento a seguir y un lista de recomendaciones y buenas prácticas para aumentar la durabilidad del intercambiador de calor.

Sin embargo, como hay varias piezas móviles involucradas y un componente eléctrico sensible para alimentar el sistema, lo ideal es tener ayuda profesional para llevar a cabo este servicio.

Cómo elegir el intercambiador de calor adecuado para su piscina

Ahora bien, no piense que todos los intercambiadores de calor son iguales y que todos serán adecuados para su caso. Diferentes piscinas exigen diferentes intercambiadores de calor. Por ello, existen varios modelos en el mercado, con potencias, tamaños y voltajes específicos para cada tipo de piscina.

La elección del intercambiador de calor varía en función de algunos factores, como el clima del lugar donde se instala la piscina, la frecuencia de uso, la temperatura media deseada para el agua, la potencia de la motobomba y, sobre todo, el entorno: si la piscina está en un lugar cerrado o abierto, si hay luz solar directa o una fuerte exposición a los vientos.

Además de las variables externas, hay que tener en cuenta el tamaño de la piscina, ya que los depósitos más grandes y de mayor capacidad requieren un intercambiador de calor de mayor potencia para que el calentamiento se produzca de forma efectiva.

Hablando de eso, tenemos un consejo extra que puede ser muy útil: si no recuerdas el volumen de tu piscina o no sabes qué intercambiador de calor es el ideal, sólo tienes que descargarte nuestra app gratuita. O aplicación Nautilus Dimensiona calcula el volumen de su piscina y le ayuda a encontrar los mejores productos y equipos para su piscina.

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