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Cómo el mantenimiento de la piscina en invierno evita el agua verde

Uno de los mayores temores de quienes tienen una bonita zona de ocio es programar un baño en la piscina y descubrir que el agua está verde. Sólo los que han vivido esta situación saben lo molesto que es encontrarse con este colorido y no poder disfrutar del espacio o recibir invitados para divertirse con la familia en el momento que más se desea. Este problema es bastante común en invierno, cuando es fácil que el descuido o el olvido se encarguen del mantenimiento de la piscina.

En verano, representa una invitación a refrescarse y a celebrar al aire libre. En los meses más fríos, la tendencia es dejarla de lado hasta que los trajes de baño vuelvan a ser bienvenidos.

Evidentemente, es posible disfrutar de la piscina en invierno, pero la frecuencia de uso suele ser menor, lo que no significa que haya que dejar de cuidarla con la limpieza y el tratamiento.

En el post de hoy, hablaremos de la importancia de realizar el mantenimiento de la piscina en invierno. Sumérgete en nuestros consejos y prepárate para disfrutar de la piscina todo el año.

Agua verde: ¿por qué es un problema común en invierno?

El color verde del agua de la piscina se debe a la presencia de algas. Si nada impide el desarrollo de los microorganismos, éstos proliferan y dan al agua su color característico. Esto se debe principalmente a la falta de tratamiento o a un mantenimiento incorrecto.

En invierno, el problema suele producirse por las lluvias y los fuertes vientos que acaban generando una acumulación de hojas, ramas e insectos en el agua. Además, la mayoría de las veces, por falta de conocimientos o de tiempo, el mantenimiento de la piscina y el equilibrado del agua acaban haciéndose mal.

La limpieza y el tratamiento regular del agua son fundamentales para evitar la proliferación de algas y larvas, que pueden convertir la piscina en un foco potencial de enfermedades. Para que sea beneficiosa para el baño, el agua debe ser siempre clara y cristalina. Además de ser un cuidado esencial para asegurar el bienestar de todos, el mantenimiento de la piscina es importante para su salud financiera, después de todo, es más barato mantener todo al día que realizar tratamientos de choque para intentar recuperar la calidad del agua.

¿Cómo mantener la piscina en invierno?

En cuanto a la salud de su piscina, la prevención es siempre la mejor solución. Por eso es necesario realizar un tratamiento continuo y no abandonar nunca el mantenimiento, incluso durante el invierno. Consulta algunos consejos para evitar el agua verde:

No vaciar la piscina

Todo el mundo quiere practicidad en el día a día, ¿verdad? Este deseo lleva a mucha gente a pensar que la mejor manera de mantener la piscina en invierno sin problemas es vaciarla.

De hecho, esta actitud puede causar graves daños a la estructura, independientemente del material. En las piscinas de vinilo, la falta de presión del volumen de agua puede hacer que el material se aleje de las paredes, y si el agua o la materia se introducen en estas aberturas, esto es una fuente de problemas y gastos. En las piscinas de fibra, la presión del suelo puede levantar el fondo de la piscina. En el caso de la mampostería, el problema son las grietas, que provocan fugas y corren el riesgo de que las baldosas se desprendan.

Por ello, el mantenimiento de la piscina es la mejor manera de tenerla siempre a punto y de ahorrar dinero evitando reparaciones e inversiones innecesarias.

Eliminar la suciedad

Las ramas, hojas e insectos que caen en la piscina provocan turbidez y afectan a la coloración del agua, por lo que es imprescindible recoger los residuos.

El procedimiento es bastante sencillo: basta con retirar los restos con el tamiz. Recuerda que es mucho más fácil hacerlo mientras están en la superficie, es decir, antes de que se depositen en el fondo de la piscina.

También es importante fregar los azulejos y el borde, así como aspirar el fondo de la piscina. Dependiendo de la frecuencia de uso, este procedimiento puede realizarse cada 15 días.

Llevar a cabo un tratamiento químico del agua con asiduidad

En los meses más calurosos del año, el cuidado con la piscina debe redoblarse debido a su uso más frecuente, pero también exige atención durante otras estaciones.

Las algas se reproducen con una facilidad y constancia asombrosas y hacen que el agua parezca cada vez más verde. Por lo tanto, es esencial llevar a cabo un mantenimiento regular de la piscina.

Hay que medir el pH y la alcalinidad y, si es necesario, corregirlos. Esto puede hacerse con la ayuda de medidores y productos específicos. El pH debe estar entre 7,2 y 7,6, y la alcalinidad entre 80 y 120 ppm (partes por millón). Si utiliza calefactores, es importante saber que el agua caliente tiene tendencia a elevar el pH, por lo que es necesario realizar evaluaciones más frecuentes.

El residuo de cloro libre también debe controlarse mediante kits de prueba. Su nivel ideal está entre 1,0 y 3,0 ppm.

No dejar agua estancada

El agua estancada es el entorno ideal para la proliferación de algas y otros parásitos. El mantenimiento de la piscina también requiere que el agua se filtre a diario para mantenerla limpia y en constante movimiento.

Por supuesto, durante el invierno los equipos, como la bomba y el filtro, pueden permanecer encendidos menos tiempo que en verano: unas tres horas al día son suficientes.

El tratamiento continuo facilita los procesos, y además abarata el mantenimiento, reduciendo el gasto en productos químicos.

Ahora que ya conoces la importancia del mantenimiento de la piscina en invierno para evitar el indeseado agua verde, ¿qué tal si aprendes otros cuidados necesarios durante los meses más fríos? Hasta la próxima.

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