Según la ANAPP (Asociación Nacional de Fabricantes y Constructores de Piscinas y Afines), Brasil tiene 2 millones de piscinas instaladas y el país es considerado el segundo mayor mercado de piscinas del mundo, sólo superado por Estados Unidos. En épocas de epidemia de dengue, siempre es importante tener los cuidados básicos para evitar focos de proliferación, eliminando los lugares con agua estancada y una de las preocupaciones en este periodo es con las piscinas que, si no se cuidan adecuadamente, pueden convertirse en grandes villanos a la hora de combatir la enfermedad.
Estamos viviendo una época de grandes cuidados para protegernos y proteger a nuestra familia del COVID-19, el nuevo coronavirus, pero no debemos olvidar otras enfermedades que también pueden dañar a los que más queremos.
Según el Ministerio de Sanidad, a principios de diciembre de 2019 se registraron más de 1,5 millones de casos probables de la enfermedad y las condiciones meteorológicas favorecieron el avance del virus. En 2019 Brasil tuvo el segundo registro más alto de la enfermedad en la historia del país y la tendencia es a seguir aumentando en 2020, según el Ministerio de Salud. Es en este sentido que Nautilus, siempre preocupado por el bienestar, ha preparado algunos consejos fundamentales para realizar el correcto tratamiento del agua y evitar la proliferación del mosquito Aedes Aegypt.
Cubrir la piscina con fundas no detiene los brotes de dengue. El agua debe estar limpia y debidamente tratada, desinfectada, ya sea con cloro, con desinfectantes sin cloro o con tratamientos automatizados (como el generador de cloro. El generador de cloro EasyClor® Nautilus es un dispositivo que debe instalarse en la sala de máquinas y genera cloro de forma continua, junto con la filtración, a partir de un proceso llamado electrólisis, que transforma la sal añadida al agua de la piscina en cloro.
La filtración es un proceso fundamental en el cuidado del agua. Esto se hace mediante equipos generalmente instalados en la sala de máquinas, los más comunes son los filtros de arena que funcionan por accionamiento de motobombas. Un elemento que ayuda a que la filtración sea más eficaz es la zeolita, que puede retener las partículas de suciedad mucho más finas en comparación con la arena y también reduce la decantación de residuos en el fondo de la piscina. El agua tratada con cloro, bien filtrada y sin residuos no favorece al Aedes Aegypti ni a otros virus.
Incluso siguiendo todos los consejos, es importante tener en cuenta que la piscina no es el único punto vulnerable para la formación de mosquitos Aedes Aegypt. Por lo tanto, hay que prestar una atención redoblada a todos los lugares donde se acumula el agua estancada: cubos, latas, botellas, macetas, depósitos de agua, neumáticos, entre otros.
Ahora que ya sabes cómo cuidar tu piscina evitando la proliferación de enfermedades ¿qué tal si sigues a Nautilus en Facebook e Instagram y te mantienes al tanto de todo lo relacionado con la piscina?
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