Ya sea en la piscina o en la playa, desde arriba, una figura atenta está siempre presente observando a los bañistas con una mirada aguda y cuidadosa. A la menor señal de peligro, el socorrista se lanza inmediatamente al agua para socorrer y rescatar a la víctima: el socorrista previene el ahogamiento y se encarga de prestar los primeros auxilios imprescindibles para garantizar el bienestar de la víctima y evitar cualquier tipo de secuelas derivadas del accidente.
El 28 de diciembre es el día del socorrista, un profesional con corazón de héroe que no se lo piensa dos veces a la hora de rescatar a alguien. Muchos creen que la elección de la fecha tiene un significado religioso, ya que en la Biblia se menciona como el día de la protección del ángel Damabiah, responsable del bienestar de los que viven en el mar y cerca de él.
Para rendir homenaje a estos profesionales y recordar el Día del Socorrista, entrevistamos a un especialista para que conozca un poco la apasionante y agitada rutina de estos verdaderos ángeles de los bañistas. Hablamos con Michel, un cuidador de piscinas de Río de Janeiro (esa es la nomenclatura de allí). Compruébalo.
El guardián siempre llega a la hora de apertura de la piscina. Se presenta de uniforme, con sus pantalones cortos, camiseta y zapatillas.
A continuación comienza el tratamiento del agua, aspirando la piscina y limpiando los bordes.
La rutina de un día del socorrista también incluye la revisión de la sala de bombas de la piscina y el botiquín de primeros auxilios.
Quienes deseen trabajar como vigilantes de piscinas deben realizar un curso y someterse a pruebas y a un entrenamiento físico, que evalúan el rendimiento de los candidatos y determinan si están preparados y en buenas condiciones para la profesión.
Durante el curso, los candidatos aprenden diversas técnicas que son esenciales en el día a día de un socorrista, por ejemplo, cómo sacar a la persona que se está ahogando de la piscina, evaluarla y realizar correctamente el masaje cardíaco.
El entrenamiento físico es bastante fuerte, llevando a los candidatos al agotamiento, lo que les ayuda a prepararse para rescates difíciles. Durante el curso se simulan algunos ahogamientos para evaluar cómo reacciona cada uno de los alumnos cuando está bajo presión.
Los ejercicios físicos son muy estresantes para la psicología de los estudiantes y los cursos son intensos, todo para preparar a los candidatos para la rutina real de un socorrista.
Recuerdo que hacía casi dos años que me había licenciado y nunca había vivido una situación de angustia. Hasta que un domingo saqué a dos niños que se habían caído a la piscina y no sabían nadar. Todo sucedió muy rápido, sólo hace falta un parpadeo para que ocurra un accidente.
Sin duda, los que implican a los niños. Este tipo de accidente se produce, principalmente, por la falta de atención de las niñeras o de los padres, que no llevan boyas o se distraen y quitan la vista de los niños.
En caso de ahogamiento, es fundamental conocer la diferencia entre parada cardíaca y respiratoria. El curso de socorrista enseña a hacer esta distinción y también a realizar el masaje correctamente. Además, es imprescindible pedir a alguien que pida la asistencia de una ambulancia.
Entre las medidas de seguridad, las piscinas del hogar deben tener vallas o muros que reduzcan las posibilidades de accidentes con los niños. Además, es esencial contar con mecanismos de cierre de la bomba y de protección de la aspiración.
Al ir a una piscina, la primera precaución debe ser con los niños. Poner boyas, evitar cualquier tipo de juego que pueda provocar accidentes, como caídas, cortes e incluso desmayos.
Además, los usuarios de la piscina nunca deben entrar en ella con objetos de cristal, ya que pueden provocar accidentes.
Todas las piscinas tienen normas de uso. Por lo general, las directrices se encuentran en carteles colocados a la entrada de la piscina. Para que todo el mundo pase un día estupendo, sólo hay que prestar atención y respetar las normas y al profesional que está ahí para guiar y ayudar: el vigilante de la piscina.
En el día a día, un socorrista previene situaciones de riesgo y se encarga de rescatar, salvar vidas y proteger a las personas. El 28 de diciembre, día del socorrista, no olvide felicitar a los profesionales que han elegido custodiar lo más preciado para usted: su vida y la de sus seres queridos.
Y tú, ¿te has preguntado alguna vez cómo es el día a día de un socorrista? ¿Tiene alguna duda? Deja un comentario y ¡hasta la próxima!
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